Un lector de vinilos visualmente distinto, único, gracias a la personalidad única que le proporciona la inconfundiblemente estética McIntosh de sus paneles frontal y superior, en el que se combina el exclusivo vidrio tratado de la firma neoyorquina con uno de sus igualmente exclusivos vúmetros analógicos con fondo azul. Una singularidad estética que es acompañada por una potente singularidad también en lo tecnológico para crear un giradiscos “plug & play” de auténtica referencia. “Plug & play” porque el McIntosh MT10 se suministra de serie con la fuerza de apoyo, la fuerza antideslizamiento y la posición de la cápsula fonocaptora minuciosamente ajustadas en fábrica, minimizando de este modo el trabajo de configuración a realizar por el usuario.
En lo que a ingeniería se refiere, hay que destacar en primer lugar que la base del MT10 está formada por una estructura sandwich altamente absorbente de acero inoxidable y metacrilato que proporciona un fundamento libre de vibraciones para el brazo de lectura. Por su parte, un opulento plato de metacrilato de 5’4 kilos de peso y 6’35 centímetros de grosor gira alrededor de un colchón de aire gracias a un sofisticado sistema de suspensión magnética, a la vez que la tracción del mismo –por correa- es asegurada por un motor de corriente continua ultrasilencioso de origen suizo con fuente de alimentación regulada.
El MT10 también incorpora un nuevo control electrónico de velocidad de giro -33, 45 y 78 rpm- extremadamente preciso con ajustes en el panel frontal, que referencia la velocidad de giro comparándola con 1.595 marcas estroboscópicas por cada vuelta que da el disco. El McIntosh se completa con un brazo de lectura de alta rigidez hecho a medida y una cápsula de bobina móvil (MC) de baja salida con cuerpo de ébano y aguja elíptica.
Características:
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