La alimentación de un equipo de sonido es una parte clave que afecta a la calidad del audio. Las fuentes de alimentación se encargan de purificar la corriente eléctrica de cualquier tipo de alteración, evitando así que pueda afectar al sonido.
La energía eléctrica que sale del enchufe es corriente alterna. Esta puede estar contaminada por interferencias generadas por otros dispositivos electrónicos conectados a la red eléctrica. Por ejemplo, de transmisores de radio, tubos fluorescentes, motores… Y dichas alteraciones pueden corromper la señal acústica en el equipo de sonido.
Además, las fuentes de alimentación son la primera barrera para que cualquier error en el sistema eléctrico, como una subida de tensión, no estropee todo el equipo. Para ello, suelen contar con circuitos de protección.
Una fuente de alimentación convierte la corriente alterna de 220V a corriente continua de 12 voltios. Las de mejor calidad, también realizan un filtrado de la señal para reducir la alta frecuencia a la que vibran los electrones. Pues es esta alteración la que puede corromper la señal de audio del equipo de música.
Una vez eliminada, el equipo sonará sin ningún tipo de interferencia por parte de la alimentación.
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